Por Andrés Collado Díaz
No caben dudas, a esta altura de la gestión K, de que la presidencia pingüina es un caso sin precedentes a pesar de sus tintes revisionistas de la vasta historia argentina, a saber: Néstor Kirchner consiguió, decretos de necesidad y urgencia y superpoderes mediante , una acumulación de atribuciones sólo comparable a la del Restaurador de las leyes Juan Manuel de Rosas; sus discursos desde el atril-trinchera dan cuenta de un estado de las cosas símil Diario de Irigoyen; y de la adolescencia política que vivió durante el menemismo parece haber heredado a la perfección el ejercicio poco transparente del gobierno.
A este último punto llevan dos noticias correspondientes a la jornada de ayer miércoles: se trata de sendos cuestionamientos hacia dos funcionarios de primera línea como el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el secretario de Comercio , Guillermo Moreno . Y como si esto fuera poco, el ministro de Planificación, Julio De Vido, está sospechado de coimas en el mismo caso por el que se busca destituir a Fernández.
Al parecer, y tal como fuera la intención del santacruceño al hacerse cargo del país allá por 2003, la gestión K avanza, tristemente, hacia una presidencia sin precedentes.
jueves, 19 de abril de 2007
El revisionismo K
Publicado por El mimeografo en 20:54
Etiquetas: política naciónal, revisionismo K
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