Mostrando entradas con la etiqueta Memoria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Memoria. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de junio de 2007

"La crisis causó 2 nuevas muertes" en el MALBA


“LA CRISIS CAUSÓ 2 NUEVAS MUERTES”

Los medios de comunicación en la Masacre de Avellaneda
Una película de Patricio Escobar y Damián Finvarb

Durante todo el mes de Julio, dos funciones:

JUEVES 22:30 hs. / SÁBADOS 18:30 hs.
MALBA Cine
/ Av. Figueroa Alcorta 3415. Ciudad de Buenos Aires.

El miércoles 26 de junio de 2002 -hace hoy cinco años-, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán fueron asesinados por la policía. Una secuencia fotográfica muestra cómo uno de ellos recibe un disparo por la espalda. Los grandes medios de comunicación contaban con esas imágenes, pero no las dieron a conocer de inmediato. Fueron 48 horas de desinformación, durante las cuales la policía y el gobierno intentaron adjudicar las muertes a los propios piqueteros. La película investiga las maniobras políticas del gobierno y la manipulación de la información llevada a cabo por los grandes medios de comunicación del país.

“Un documento poderoso acerca de cómo se hace periodismo en la Argentina”, Gustavo Noriega, Revista El Amante.

“Un canto a la desobediencia”, Claudia Acuña, Lavaca.org

El intenso trabajo periodístico del documental nos recuerda con lujo de detalles uno de los papelones más grandes del periodismo nacional, curiosamente llevado a cabo por el Gran Diario Argentino”, Jaime Galeano, Revista Sudestada.

“Un documental único. La Masacre de Avellaneda como no se contó”, Leonardo D´Espósito, Terra.

-Mejor Documental, VIII Festival Nacional de Cine y Video Documental.
-Premio del Público, VIII Festival Nacional de Cine y Video Documental. Argentina
-Mención Honrosa en Montaje, VII Festival Iberoamericano de Cine de Atacama, Chile.

-Declarado de Interés Cultural por la Legislatura Porteña

Leer texto completo...

sábado, 23 de junio de 2007

La Misma Impunidad: 26 de junio de 2007, a 5 años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán


Ver más en: www.30anios.org.ar

Leer texto completo...

lunes, 18 de junio de 2007

La Estación Dario y Maxi despierta el 25 y el 26 de junio

A cinco años de la "MASACRE DE AVELLANEDA" en la que fueron asesinados los compañeros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, convocamos a una nueva jornada de lucha para seguir recordándolos y exigiendo justicia para que sean juzgados los responsables políticos de la Masacre.


Se reabre la "Estacion Dario y Maxi", la muestra permanente, como escultura politica, cultural y social. Jornada de Resistancia Cultural , de Lucha Artistica, de Trabajo, de Dignidad.
El 25 de junio: Estación Darío y Maxi26 de Junio: TODOS Y TODAS AL PUENTE

TRAE TU OBRA para montar en pasillos, hall, andenes de la estación - lunes 25 desde las 10hs.

TRAE TU ANTORCHA para marchar de la estación al puente pueyrredon - a las 0hs del 26

TRAE TU BANDERA para unir a otras y construir una gran bandera de banderas que llevaremos al Puente Pueyrredon - se coseran en la jornada del 25

Invitamos a que nos acerques tu dibujo, tu poema, tu música, tu pintura, objeto, recuerdo o foto.

¡A 5 AÑOS, DARIO Y MAXI BANDERAS DE LUCHA Y ORGANIZACION DARIO Y MAXI NO ESTAN SOLOS!

Agrupaciones que están participando en la organización: Gpo de teatro Los inconclusos - La Toma (Lomas) - Nunka Galeria - Repique - Pañuelos en Rebeldia - Cumpas del barrio - Alavio - FAVJ (Frente Artistas Victor Jara) - Brazo Largo - Contraviento - Filete Colectivo - Estudiantes del IUNA - Muertos de Hambre - Gpo de Teatro Popular - Canal 4 Dario y Maxi - La Nausea - Area de Cultura FPDS - Artesanos Pza Dorrego - Javier del Olmo, Artista Plastico - David Armando Guerra, Artista Plastico - Tonga, Artista Plastico – Cristina - Iconoclasitas - Taller de Hip Hop de Villa Arguello - Sin nombre ( teatro y musica) - Vivi Gabriela(fotografia) - Poesia Urbana.-Reciclarte-el F.A.S.O (Frente de Artistas Socialistas Organizados )....

Leer texto completo...

martes, 12 de junio de 2007

Presentación en Rosario de "El fusilamiento de Penina"

Por Franco Reed

El viernes 8 de junio, a las 19, en la sala Olga Cossettini del Centro Cultural Bernardino Rivadavia, San Martín 1080, se presentará el libro “El fusilamiento de Penina”, del poeta rosarino Aldo Oliva, que cuenta la historia de Joaquim Penina, un obrero anarquista catalán, fusilado y desaparecido por la dictadura del general Uriburu en 1930. La primera edición del libro formó parte de las colecciones populares de la Biblioteca Vigil de Rosario, destruidas por la furia intervencionista y liquidadora de la dictadura militar de 1976.

Este libro es un apasionante ejemplo de la persistencia de la memoria venciendo dos intentos fallidos de abolirla. Es la patente demostración de que con el empeño de mucha gente se puede vencer el olvido. Y es la prueba de que los represores no pueden borrar de la faz de la tierra documentos e historias importantes por más quemas de libros que organicen

Leer texto completo...

martes, 29 de mayo de 2007

Se cumplen 38 años de El Cordobazo

Por Franco Reed

El jueves 29 de mayo de 1969 los obreros cordobeses, apoyados por todo el pueblo, protagonizaron una protesta que no sólo torció el designio de una dictadura que había llegado para quedarse mucho tiempo, la de Juan Carlos Onganía, sino que encarnó en su seno una lucha contra años de atropello y represión. Desde las huelgas estudiantiles del '66 hasta los asesinatos de Juan Jose Cabral en Corrientes y de Adolfo Bello en Rosario, la lucha obrero-estudiantil encontraría en las calles de Córdoba el escenario de su concreción máxima y con ella la experimentación de nuevas formas de resistencia contra la burocracia sindical y las viejas estructuras representativas.

El Cordobazo fue una movilización insurreccional que estuvo precedida por una serie de movilizaciones en distintos puntos del país y que fueron expresiones de la resistencia creciente que opusieron importantes sectores de trabajadores y estudiantes a la política global de la dictadura. Hacia fines de 1968, la concesión del comedor estudiantil de Corrientes fue adjudicada al hacendado G. Solaris Ballesteros, quien inmediatamente después de la privatización aumentó el valor del ticket de $27 a $172 lo que provocó la reacción de la comunidad universitaria, fundamentalmente de los estudiantes, que representaban una población de alrededor de 5.000 jóvenes. En marzo de 1969, los estudiantes resuelven no comprar el ticket del comedor reclamando también el fin de la privatización. Es entonces que la CGT regional habilita una “olla popular” adonde irán a comer los estudiantes. Estos crean una Junta Coordinadora de Lucha de las que formaban parte las distintas corrientes políticas estudiantiles que organizarán las posteriores manifestaciones de protesta.

El 15 de mayo una manifestación de 4.000 personas que recorría la ciudad chocó con la policía. En el enfrentamiento muere baleado el estudiante de medicina Juan José Cabral. Esa noche, la CGT correntina llama a un paro general para el día siguiente en homenaje a Cabral. El 17 de mayo en la ciudad de Rosario se efectúan actos y una gran marcha. Es baleado en la cabeza Adolfo R. Bello, estudiante de 22 años. Internado en el Hospital Central, Bello muere seis horas después. Cuatro días después, se organiza una “marcha de silencio”. La manifestación arranca con unos 1.500 estudiantes. El operativo policial era tal, que los propios organizadores no estaban seguros de poder llegar al centro. Pero se fueron sumando obreros y estudiantes de las escuelas secundarias lo cual significó que la marcha cobrara fuerza y llegara al centro, donde chocó con la policía que, en medio de fogatas, autos volcados y barricadas se ve desbordada. Manifestantes ocupan la radio LT8 y cuando el grupo abandona la radio se enfrenta con la policía, que asesina al obrero y estudiante Luis Norberto Blanco de 15 años.

El 22, con la policía impotente para detener el estallido, el gobierno nacional declara a Rosario zona de emergencia bajo el Tercer Cuerpo de Ejército. El 23 se decreta un paro general para acompañar los restos de Blanco. La Plata y Tucumán también son sacudidas por explosivas manifestaciones durante todo el mes. La provincia mediterránea que contaba con una gran concentración obrera industrial y una numerosa población estudiantil, también era escenario de importantes protestas. En setiembre de 1968, la CGT cordobesa y el Frente Estudiantil en Lucha organizó una semana de protesta en memoria de los Mártires Populares, al cumplirse el aniversario del asesinato del estudiante Santiago Pampillón y fue reprimida, así como otros actos que se realizaron contra el gobierno.

En mayo de 1969, los trabajadores del transporte y otros gremios declararon un paro de actividades para los días 15 y 16 en protesta por las quitas zonales y el no reconocimiento de la antigüedad por transferencia de empresas, respectivamente. Unos días antes habían sido reprimidos los obreros mecánicos que salían de una asamblea. En este marco de agitación política, los cordobeses reciben la noticia del asesinato de Cabral en Corrientes y de Bello en Rosario. Entonces, los estudiantes organizan una huelga el día 21, y el 23 de mayo ocupan el Barrio Clínicas en donde chocan con la policía y tres días después ambas CGT llaman a un paro nacional para el día 30. En Córdoba se decide parar desde el 29 en forma activa. La medida recibe el apoyo del movimiento estudiantil.

Pero, el 29 de mayo, a media mañana, cuando Onganía ingresaba al Colegio Militar en Campo de Mayo, para celebrar el día del ejército; en Córdoba, miles de obreros comienzan a abandonar sus tareas y se encolumnan en dirección hacia el centro de la ciudad. Las fábricas automotrices quedan vacías rápidamente y constituyen el grueso de la movilización obrera junto a otros gremios que se suman. Mientras algunos estudiantes se meten en las columnas de obreros y la mayoría comienza a marchar en forma organizada desde distintos puntos de la ciudad, las fuerzas policiales han desplegado un abanico de tropas, carros de asaltos y camiones hidrantes a la espera de la movilización. Comenzaron a registrarse choques en las esquinas entre policías y manifestantes. La columna de tres mil obreros de la planta de Santa Isabel de IKA-Renault hace su entrada en la ciudad por la ruta Nº 36, llega hasta la Avenida Vélez Sarfield y supera la barrera policial.

Poco después chocan con otro nutrido grupo policial, a la altura del Hogar Escuela Pablo Pizzurno, y los policías deben cubrir su retirada a balazos. En medio de barricadas y automóviles incendiados, los obreros y los estudiantes van ocupando el centro de la ciudad. Muchos vecinos apoyan a los manifestantes y pasado el mediodía muchos destacamentos policiales se retiran a sus cuarteles mientras los que quedan en las calles comienzan a disparar sus armas ante el torrente imparable de manifestantes que corre por las calles, se encuentra, se multiplica y se mezcla desbordando las fuerzas represivas.En la esquina de Blas y Bulevar San Juan, cae herido de muerte el obrero mecánico Máximo Mena de 27 años.

A las 17 horas con la policía totalmente desbandada, entran en escena la Cuarta Brigada de Infantería Aerotransportada y efectivos de otras compañías, la Aeronáutica y la Gendarmería, todos al mando del general Carcagno. Ante el avance de las tropas, grupos de obreros y estudiantes organizan un sistema de comunicaciones consistente en “correos” que se desplazan por los techos, avisando sobre la ubicación de las tropas, a los que están en la manzana siguiente y enfrentan a los soldados arrojando bombas “molotov” desde los techos. Las tropas consiguen despejar el centro y los manifestantes se repliegan al barrio Clínicas para resistir. Por la noche, la agitación se traslada a los barrios, como Alberdi, Alto Alberdi, Talleres, Juniors y Villa Páez. El 30, las tropas de Carcagno tienen el control de la ciudad y comienzan a actuar los consejos de guerra que juzgan a los detenidos. Las principales condenas caen sobre el dirigente de Luz y Fuerza, Agustín Tosco y Elpidio Torres, del SMATA: 8 y 4 años, respectivamente. Pero la condena mayor fue para el régimen militar que quedó mortalmente golpeado por el movimiento de masas, que iniciaba una etapa de luchas políticas y sociales que sacudieron la estantería capitalista en la Argentina.

El Cordobazo fue parte de un proceso que abarcó a franjas del movimiento de masas a nivel mundial. El mayo francés del '68, la Primavera de Praga en el mismo año, el ascenso del movimiento negro en Estados Unidos a mediados de los '60 y otros procesos en distintas partes del mundo conmovieron y cuestionaron en las calles las bases de dominación capitalista.

Leer texto completo...

viernes, 4 de mayo de 2007

El Recuerdo y la Memoria a un mes del asesinato del maestro Carlos Fuentealba


Leer texto completo...

jueves, 26 de abril de 2007

70 años del bombardeo a Guernica


Por Franco Reed


El 26 de abril de 1937, cuando la Legión Cóndorflota aérea de la Alemania nazi, convocada por el franquismo– lanzó un bombardeo sobre la población de Guernica con el propósito de doblegar la resistencia vasca; era un día de feria en el pueblo. El ataque duró cuatro horas y tuvo un saldo de más de 1600 muertos y heridos. Tres días después, las tropas de Franco iniciaron la ocupación de la localidad. Para el 1º de mayo, las noticias de la masacre ya habían llegado a París, donde Pablo Picasso tenía encargado realizar una obra para el pabellón español de la Exposición Mundial, encargo que a partir de ese momento se convirtió en su famosísima obra sobre el horror de la guerra.

Picasso en El Guernica pinta la crueldad para condenarla. El cuadro, terminado unos tres meses después, recorrió durante décadas Europa y EE.UU. –al principio recaudando fondos para los refugiados españoles– y tuvo su residencia temporaria en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (en esos años terminó de consolidarse su estatuto de icono político: durante la guerra de Vietnam, la sala en la que permaneció el cuadro fue sede de ocasionales concentraciones antibélicas): su creador no quiso que volviera a su país hasta que éste “gozara de libertades públicas e instituciones democráticas”. Por eso, el cuadro regresaría a España recién para el centenario del nacimiento de su autor, el 25 de octubre de 1981; ocho años después de su muerte, seis después de la muerte de Franco y a cuatro del retorno democrático.

Hoy, en la pequeña ciudad vasca, se lanzó un mensaje de paz al recordar los 70 años de su casi destrucción por ese bombardeo de la aviación nazi, aliada de las tropas franquistas en la Guerra Civil Española (1936-39). Con la bandera vasca a media asta en el ayuntamiento y crespones negros en algunos balcones, Guernica (Gernika, en vasco) homenajeó hoy a las víctimas del primer caso de bombardeo deliberado contra una población civil.

Fue el bombardeo y el intento de destrucción de aquellos que se levantaron y se rebelaron contra la miseria, la injusticia y la opresión por una sociedad distinta.

Leer texto completo...

viernes, 20 de abril de 2007

Se cumplen 64 años del levantamiento del Ghetto de Varsovia

Por Franco Reed

El 19 de abril de 1943, un episodio inusitado sacudió los cimientos de la dominación hitleriana en Europa. Un puñado de judíos recluidos en el Ghetto de Varsovia, extenuados por el hambre y las privaciones y casi sin armas, abrieron un frente de resistencia en el centro mismo de la opresión nazi-fascista

Porque ese levantamiento marcó un punto de inflexión: la toma de conciencia de que la salvación estaba en la lucha, que la vida física poco importaba frente a la degradación de la vida espiritual. Lo había sintetizado sencilla y sabiamente en su proclama Mordejai Anielevich, comandante de la rebelión:"tal vez perezcamos todos en la batalla, pero no nos rendiremos jamás. Libramos una lucha por nuestra y vuestra libertad, por vuestra y nuestra dignidad humana, nacional y social". Y sí, como decía Miguel de Unamuno,"muchos hombres mueren sin haber nacido", los combatientes del Ghetto de Varsovia mostraron que la grandeza de todo vivir autentico se sustenta en el esfuerzo común y solidario, que permite creer en un mundo mejor por haber contribuido a hacerlo.

Este fue su grito:

"¡Pueblo, despierta, y lucha por tu vida!
¡Que cada madre se convierta en una leona que defiende a sus hijos!
¡Que ningún padre se quede viendo morir a sus hijos sin hacer nada! [...]
¡Que cada casa se convierta en una fortaleza!
¡Pueblo, despierta y lucha! Tu salvación está en la lucha. Quien lucha por su vida puede salvarse. Nos levantamos en el nombre de la lucha por la vida de los indefensos, a quienes deseamos salvar."

Leer texto completo...

jueves, 12 de abril de 2007

A 20 años de la muerte de Primo Levi

Por Franco Reed

Primo Levi fue un sobreviviente de Auschwitz. Ayer, 11 de abril, se cumpliron 20 años del suicidio de quien fue uno de los 20 judíos italianos, sobre 650 deportados, que pudo contar la vida en el infierno. Había nacido en Turín en 1919, se graduó en Química y en 1941 se unió al movimiento de resistencia antifascista. Dos años después fue detenido por la milicia de Mussolini que lo entregó al ejército de ocupación alemán. Fue a parar al campo de concentración emblema de la barbarie y el horror nazi. Después de ser liberado por el Ejército Rojo en 1944, transitó por Europa Oriental y finalmente volvió a Italia, donde trabajó como químico hasta que se convirtió en escritor.

Sus libros más importantes están signados por los recuerdos más traumáticos de su paso por Auschwitz. En Si esto es un hombre (1947) queda reflejada su necesidad imperiosa de dar testimonio del Holocausto. En La tregua (1963) cuenta la lenta transición entre el nazismo y la vida cotidiana en ese período gris y anodino que fue la posguerra. Después escribió Si ahora no, ¿cuándo? (1982) y un año antes de suicidarse, su obra maestra: Los hundidos y los salvados, donde Levi responde con firmeza a los revisionistas que han negado y niegan el Holocausto. También escribió cuentos y ensayos. Parte de sus memorias se leen en Momentos de Indulto y El Sistema Periódico. Con Si ahora no, ¿cuándo?, que cuenta la historia de una banda de partisanos judíos durante la Segunda Guerra Mundial errantes por Rusia y Polonia ganó los premios Viareggio y Campiello.

En un emotivo homenaje que se le realizó ayer en la Embajada de Italia, la Madre de Plaza de Mayo Vera Jarach, que entrevistó al escritor mientras denunciaba en Italia la desaparición de su hija por la dictadura militar, dijo que conoció a un hombre "tal como lo había imaginado: muy lúcido, muy tímido, serio pero con un sentido del humor agudo y mucho afecto en el trato". Ella le contó sobre el secuestro de su hija Franca "y él, con mucho tacto pero desde su honestidad me quitó un poco las esperanzas de volverla a encontrar con vida". "Ahora entiendo todo -continuó-. Incluso no olvido la frase que me dijo: 'La memoria puede transmitirse pero el relato más veraz del horror se lo llevaron los muertos'".

El lunes pasado en el diario Página/12, Jack Fuchs, escritor y pedagogo, y también sobreviviente de Auschwitz que vive desde hace décadas en la Argentina, lo recordó calidamente

Leer texto completo...

martes, 20 de febrero de 2007

Acerca de los sobrevivientes de la represión de los '70: interesante libro de Ana Longoni

La investigadora del Conicet, Doctora en Historia del Arte y profesora de Teoría de los Medios y la Cultura en la Facultad de Filosofía y Letras en la UBA, Ana Longoni, analizó como fue la construcción de la figura del "traidor" y de la "traidora" en tres libros de difusión masiva que revisaron la represión durante la dictadura militar de 1976, y la desaparición y el genocidio de 30.000 personas en los campos de concentración y como enfrentaron esta situación los que sobrevivieron. Éste trabajo, su nuevo libro, se llama "Traiciones".

Una temática que ya había tratado Primo Levi en "Si esto es un hombre", de 1947 y en "Los Hundidos y los salvados", de 1986, como sobreviviente del genocidio nazi en el campo de concentración de Auschwitz. De todas maneras -como en aquel momento- ha sido un debate acallado y silenciado en general, y también en la literatura. Faltó en cierto sentido, agudeza en el tratamiento y en el análisis de la singularidad de la represión y del genocidio argentino, alrededor de la voz de aquellos que pudieron sobrevivir fortuitamente, pero que lamentablemente fueron estigmatizados en muchos casos.

Y en la articulación de la valoración de la
escucha de su palabra -en tanto y en cuanto son testimoniantes del horror-, y los balances de las distintas experiencias políticas de los años '70. Voces éstas a las que les ha costado llegar a la sociedad -que no quería escuchar- en su conjunto. Quizás en este momento los sobrevivientes están empezando a tener otra legitimidad para poder hablar y contar.

Ana Longoni, autora entre otros libros de "Del Di Tella a Tucumán Arde" (junto a Mariano Mestman) y compiladora con Elizabeth Jelin del volumen "Escrituras, imágenes y escenarios ante la represión" , de la colección "Memorias de la represión", nos trae en este texto una reflexión profunda y un debate pendiente alrededor de aquellos años, y cómo actúan hoy esos efectos y condicionan al presente y al futuro.

Franco Reed

Leer texto completo...

Los duelos de la memoria y las memorias de la rebeldía

¿Dónde vive la memoria? ¿Quién la muere? ¿Por qué nos duele? ¿Hasta cuándo el duelo? ¿Qué recuerda la memoria? ¿Cuánto olvida? ¿Quién la enciende? ¿Quién la apaga? ¿Cuánta memoria marcha un 24 de marzo? ¿Cuánta memoria se va de ferias? ¿Cuánta se levanta un monumento? ¿Cuánta memoria se vuelve mercancía? ¿Cuánta se disuelve en los despachos del poder? 30 años transcurrieron desde el golpe de estado que estableció en Argentina la dictadura militar más feroz de nuestra historia, y una de las más salvajes de nuestro continente. El terrorismo de Estado, con su dimensión militar y civil, con su trama de dominación y de complicidades, fue el modelo elegido por el capitalismo para remodelar su hegemonía.

Si éste se estableció en nuestras tierras sobre la base del genocidio de la población originaria y de los pueblos afrodescendientes traídos como esclavos; si después fue necesaria una nueva “Conquista del Desierto", para sentar las bases de la “modernización” realizada por la generación del 80; los artífices de esta última dictadura, herederos muchos de ellos de aquella oligarquía “fundadora de la Nación", volvieron a recurrir al genocidio, para aplacar toda resistencia. Llamaron “Proceso de Reorganización Nacional", a lo que fue un nuevo momento de recolonización cultural, sostenido en una contrarrevolucion preventiva, cuyos datos sobresalientes volvieron a ser el exterminio, la impunidad, el racismo, el crimen organizado.

El golpe de estado en Argentina, fue parte de la política imperialista para América Latina, que tuvo como instrumento contrainsurgente el “Plan Cóndor". Se trataba de detener el proceso de ascenso de los movimientos revolucionarios que alentados por la revolución cubana y por otros hechos significativos del contexto internacional –triunfo sobre el fascismo, revolución china, mayo del 68, Vietnam-, desparramaban por América Latina la certeza de que el cambio no sólo era necesario, sino que también era posible.

La máquina de matar se puso en marcha para aplastar toda insurgencia. Se trataba no sólo de liquidar al pez, sino de dejarlo sin agua. Por eso el indiscriminado asesinato de hombres, mujeres, ancianos, ancianas, niñas y niños. Por eso los mecanismos del terror: la desaparición forzada de personas, los campos de concentración, la maquinaria de delaciones organizada para romper toda solidaridad. Por eso la guerra cultural, promoviendo el “sálvese quien pueda", y “el silencio es salud"; con la complicidad de periodistas que aún hoy infectan los medios de comunicación. Por eso el aliento a la traición, a la ruptura de los lazos de solidaridad, y la inoculación de la desconfianza.

El paso siguiente era la impunidad, basada en la desmemoria.
Pasaron treinta años. Vale la pena sacar algunas cuentas. La dictadura logró su cometido en varios sentidos: la desarticulación de las organizaciones revolucionarias de aquel momento, del sindicalismo de liberación, de las ligas agrarias, de un movimiento estudiantil combativo, del movimiento de sacerdotes por el tercer mundo, del movimiento villero, y de numerosos movimientos populares que fueron diezmados, y desestructurados.
La pérdida más grande e imposible de nombrar sin sentir escalofríos: la ausencia de una generación de hombres y mujeres revolucionarios, generosos, dispuestos a cambiarse a sí mismos para cambiar al mundo, empeñados en la creación del “hombre nuevo” –ellos no se imaginaban la posibilidad de “la nueva mujer"-.

Y como consecuencia también de esta historia, la deserción de muchos sobrevivientes de aquella generación, que adaptaron la idea de “tomar el poder", a la de “acercarse al poder"; y cuando se acercaron, se quedaron gustosos. Ahora desde el poder, tratan a los que resisten de “inadaptados" , “duros", “inmaduros", versiones diversas del “imberbes” de otros tiempos, y no vacilan en cercar la plaza cuantas veces se sienten amenazados.
La dictadura militar, fue la condición para que se estableciera en el país el capitalismo privatizador, “neoliberal", que destruyó la soberanía nacional, devastó los bienes de la naturaleza, extranjerizó la economía, destruyó identidades clasistas y populares, multiplicó el posibilismo, como justificación ideológica del “no se puede".
Ellos lograron bastante. Pero no nos derrotaron.

La derrota significa, en términos políticos, destruir la voluntad de resistencia. Y allí, es donde no pueden con nosotros Allí, precisamente allí, es donde se encuentra el valor de la terca, mágica, y rebelde memoria. La memoria nos permite recordar que no hubo lugar del país, en el que no existieran gestos luminosos de resistencia. Aún en las regiones más oscuras y sórdidas, en los campos de concentración, tenemos manos tendidas, gente destrozada por la tortura que no entrega a sus compañeros, hombres y mujeres que callan hasta olvidar, información que atraviesa las zonas de la “no existencia", denuncias que se filtran hasta comenzar a hacerse oír. Aún en los lugares más duros, como las cárceles, hemos escuchado relatos de inmensa dignidad, de mujeres que desafiaban la condena al mundo monocolor, tejiendo telares con hilos de colores ingresados clandestinamente, de hombres que aprendían a leer y a escribir, para comunicarse con el mundo.

Aún en el lugar más insondable de la subjetividad, la de una madre que ve desaparecer a su hijo o hija en un cono de sombras, encontramos la fuerza que transforma el pañal en pañuelo y la quietud en marcha, que vuelve público lo privado socializando la maternidad, y alimentando la rebeldía. Aún en esos “años de alambradas culturales", como los llamó Julio Cortázar, hubo quien escribió, quien dijo su palabra, quien hizo su poema, quien cantó su canción, quien actuó a Teatro Abierto.

Hubo dignidad en la resistencia, coraje, amor, e incluso alegría. No es cierto que sea triste la lucha. Triste es cuando nos cansamos de luchar.
La resistencia engendró una memoria implacable y fértil. Hijos que escrachan a los genocidas. Jóvenes que miran a los ojos a sus abuelas, y desgarrándose el alma les dicen: “aquí estoy, soy el nieto que buscabas". Ex detenidos desaparecidos que no se refugian en la historia, sino que se empoderan de la memoria para luchar por los derechos humanos de ayer y de hoy.
La memoria fértil tiene muchos colores, nombres, rostros.
Una no sabe si llorar o reír cuando ve marchar la memoria por las calles, y descubre tras cada cartel, a un amigo, a una compañera, a un ser querido que desapareció pero allí está, sin embargo, junto a nuestra caminata.
En estos días una siente que ellos te empujan, que te hablan al oído. Que te invitan a desempañar los vidrios de la melancolía, y a enarbolar los sueños de siempre. Los que sueñan los pueblos originarios: tierra y libertad. Los 30.000 sueños segados de la superficie de nuestra utopía, que resistieron clandestinamente como raíces, como semillas, esperando el momento de florecer.

¿Para qué sirve la memoria? Para identificar a los enemigos de siempre. Para escracharlos en sus cuevas. Para que nadie se confunda. Para que cada cual sepa que ellos no actuaron solos. Que hay una cadena de complicidades, que abrieron las puertas de la impunidad. Sirve la memoria cuando no se vuelve complaciente. Cuando no se calla. Cuando no se rinde. Cuando no se olvida. Cuando enciende nuevas rebeldías.
Duele la memoria. Duele, porque obliga.


Claudia Korol

Leer texto completo...