lunes, 5 de febrero de 2007

El Gobierno manipula los datos de la inflación

Después de la intervención política de la semana pasada al INDEC, lo pronosticado por los trabajadores del organismo se ha hecho realidad: luego de una inexplicable espera de más de dos horas -denunciada por los técnicos del ente- el Gobierno dio a conocer una increíble cifra de inflación para enero: 1,1%. Este índice oficial del aumento del costo de vida para enero de 2007 es por demás sospechoso.

Si tenemos en cuenta que por cuestiones estacionales de este mes (turismo, algunas frutas y verduras, etc.), más el aumento desmesurado de las prepagas y los alimentos y bebidas, que cualquier persona puede observar en los comercios y supermercados, la lógica muestra una clara manipulación. Si se compara esta cifra con las difundidas en otros años para enero, desde 2003 -cuando fue de 1,3%- para acá, ésta es la más baja en un contexto de crecimiento de los precios más alto que en años anteriores.

Pero, ¿por qué el Gobierno se empeñaría en "retocar" este índice?

Basicamente por tres razones. En primer lugar este es un fuerte año electoral, en el cuál el matrimonio presidencial y su aparato se juegan la reelección y la continuidad. Por este motivo, mientras la inflación "mida" menos mejor rédito político para ese fin. En segundo término, se vienen las paritarias a nivel nacional y en distintos gremios. Por lo tanto, mientras más alta sea la inflación más alto será el porcentaje de recomposición y aumento salarial que pedirán los trabajadores.

Por último, pero no de menor importancia, cada punto que aumenta la inflación más se endeuda el país. ¿Cómo es eso? Muy sencillo: los bonos emitidos en pesos que se actualizan por el coeficiente CER que mide el alza del costo de vida, son en estos momentos la "estrella" del mercado y de la bolsa, dadas las pingues ganancias que los capitalistas que los tienen en su poder pueden realizar.
Esto gracias al Gobierno K y a Roberto Lavagna, que "reestructuraron" la deuda con la quita y con todo el verso hecho a la población, para entregar bonos que cada vez se valorizan más y más y la deuda vuelve a crecer exponencialmente hipotecando al país.

Franco Reed

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