martes, 6 de febrero de 2007

A trece años del asesinato de Liliana Tallarico; otra causa que va a quedar impune

En la madrugada de 5 de febrero de 1994 fue degollada Liliana Tallarico, bailarina e integrante del ballet Brandsen, en su departamento de la ciudad de La Plata. La única testigo del hecho fue su hija Valeria Jara, quién estaba encerrada en una habitación contigua cuando ocurrió el homicidio. Ella primero incriminó a Oscar Murillo, amante de Liliana y director de ese ballet.

Murillo estuvo detenido, pero su testimonio y los testigos demostraron que él no era el asesino, ya que si bien cenó con Tallarico en la noche del 4 de febrero, se había retirado temprano de allí y estaba lejos cuando la mujer fue asesinada. La investigacion conducía a el ex marido de Tallarico, José Luis Jara, quien había pasado esa noche para buscar a Valeria ya que, como era habitual, se la llevaba a Ranchos -donde él vivía- a pasar el fin de semana. Sin embargo, en esos años la policía era aún más ineficaz que hoy y no existían las pruebas de ADN, no se tomaron otras pruebas ni se encontró el cuchillo de tipo tramontina con que degollaron a Tallarico y se le dijo a la madre de la víctima, a la mañana siguiente del crimen, que limpiara el lugar del hecho.

En el 2001, y cuando la investigación parecía estancarse, Valeria se presentó espontáneamente ante el juez Nardo. Inculpó directamente como asesino a José Luis Jara. Además afirmó que su padre la violaba habitualmente. El hombre no tuvo mejor contraargumento que decir que su hija era un "monstruo, un pescado".

Según vimos en el archivo de la causa, Valeria había decidido declarar ante el juez Horacio Nardo y contar su verdad, luego vencer un bloqueo emocional postraumático y la negación que le produjeron la dramática situación de ver a su padre matar a su madre. José Luis Jara fue preso en primera instancia, pero luego la Cámara Penal de La Plata no le creyó a Valeria y éste fue sobreseído. Actualmente la causa se encuentra en la Cámara de Casación de la ciudad de La Plata, donde seguramente tendrá el mismo resultado.

De la declaración de Valeria Jara tanto como del expediente del caso, se desprende que el móvil por el cual José Luis Jara habría asesinado a Liliana Tallarico es porque ésta había descubierto que Jara abusaba sexualmente de su hija, quién contaba tan sólo con 11 años en ese momento. Es más, Valeria aseguró que Jara la violó antes e inmediatamente después de asesinar a su madre. Y luego de esos sucesos, y obtener la guarda de la niña, Jara siguió abusando sistemáticamente de ella hasta que Valeria lo denunció en el 2001.

A fines del año 2005 el equipo de El Mimeógrafo realizó una seria y exhaustiva investigación del caso. Tuvimos acceso y pudimos ver detenidamente los varios cuerpos y las muchísimas fojas que tiene el expediente de esta causa en sede judicial, muy poco antes de que este fuera a la Cámara de Casación. Examinamos detalladamente las pericias, fotos y estudios de todo tipo efectuados en este proceso. Entrevistamosa importantes fuentes del juzgado de Transición Nº1, y al abogado de José Luis Jara, un oscuro personaje con importantes vínculos políticos.

Lamentablemente el asesinato de Liliana Tallarico está a punto de quedar totalmente
impune
como tantos casos en este país que aún siguen ocurriendo. Sólo queda en pie la denuncia contra José Luis Jara por abuso sexual agravado y calificado por el vínculo en la U.F.I. de Violencia Familiar de la ciudad de La Plata, llevado adelante por su hija, Valeria Jara.

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